La nariz es el punto angular de la cara, definiendo y aportando personalidad al rostro. En la mayoría de los casos, una adecuada proyección nasal y un ángulo nasal bien definido pueden aportar tanta elegancia al rostro como quizás pocas estructuras corporales lo harían. Existen múltiples alteraciones en la estructura nasal, unas tantas adquiridas a razón de traumas y otras que son producto de la genética de cada individuo.

La rinoplastia o cirugía nasal permite modificar la forma, el tamaño y la apariencia general de la nariz, corrigiendo las alteraciones estéticas y/o funcionales, buscando establecer un adecuado balance entre la funcionalidad y la estética nasal, manteniendo la sutileza y armonía entre la dualidad nariz – rostro.